Adiós a Manel Barrera periodista y co-autor de la novela 'Sang Culé'
Luis Fernández Zaurín | 03/04/2010 - 11:54 horas
El fallecido Manel Barrera
Manel Barrera, (Córdoba, 1955), historiador y periodista que trabajó para el Diario de Barcelona y colaboró en diversas publicaciones como L'Avenç y coautor de dos novelas sorprendentes y sobre todo muy divertidas, luego les hablaré de eso, falleció ayer en L'Hospitalet, donde vivió estos últimos años después de que se le diagnosticara una esclerosis lateral amiotrófica (conocida como ELA).
A mi juicio, la principal característica de su personalidad era la fidelidad. Primero a las dos causas que abrazó desde joven, la cultura catalana y el ser de izquierdas, algo que vivió sin dogmatismos y con la lucidez a la que me refería antes, y luego a la amistad, a la que rindió culto, lo que quienes le queríamos tratamos de devolverle en los últimos años.
De sus últimos años me sorprendió la entereza con la que vivió una enfermedad terrible de la que nunca le oí quejarse ni apenas hablar, salvo en el documental sobre la ELA en el que participó. Su irrupción como escritor con dos novelas, Tu no m'estimes i Sang culé, firmadas y escritas con Jordi Pijoan-López, buen amigo suyo y tipo talentoso como él, no me sorprendió nada.
Manel Barrera escribía, desde siempre, relatos tan originales y tan bien escritos que resultaba muy sorprendente en un "aficionado". Pese a ello (él creía que yo le hablaba bien de sus textos porque era su amigo), me costó convencerlo para que enviara un cuento al Avui, que hace unos diez años publicaba cada domingo uno, aunque siempre de autores conocidos. El relato lo publicaron, claro, lo que le sorprendió tanto como le alegró.
Pero más sorprendente aún han sido las dos novelas, publicadas en Llibres de l'Índex y supongo que al alcance de quien quiera leerlas.
De la primera, Tú no m'estimes, novela de género negro, como la segunda, se dijo en La Vanguardia que era una de las novelas más originales de la temporada.
De la segunda, Sang culé, que ahora mismo se acaba de reeditar, se han dicho cosas como esta que aparece en el blog Andrea Robles és molt negra i criminal: "La sotragada moral dels autors a la societat catalana és considerable. Els personatges, nedant en les aigües tèrboles que remena la fina ironia amb què els carreguen els autors, estan descrits amb quadres sense mancances. Inoblidable el cap de seguretat valencià, el factòtum, el conseller que amaga els secrets inconfessables. Gran troballa la dels detectius gais, una munió de força física i delicadesa veritablement electritzant i suggerent. Com a contrapunt a les històries amb què va topant-se la investigació, la novel.la respira amb la línia narrativa dels cercadors de fitxatges, el fil que arriba directament tramat des de l'anterior novel.la Tu no m'estimes".
No me imagino mejor homenaje a un escritor que leerlo, pero estoy seguro de que si buscan y leen Sang culé, la novela negra del Barça, escrita como ya dije a cuatro manos con Jordi Pijoan-López, me van a agradecer el dato.
Por lo demás solo me queda lamentar lo que se quedó en el tintero –en los últimos días y pese a la gravedad de su estado aún le daba vueltas al argumento de otra novela- y desearle que, por fin, haya encontrado la paz que merecía.
Hasta siempre, Manel!
A mi juicio, la principal característica de su personalidad era la fidelidad. Primero a las dos causas que abrazó desde joven, la cultura catalana y el ser de izquierdas, algo que vivió sin dogmatismos y con la lucidez a la que me refería antes, y luego a la amistad, a la que rindió culto, lo que quienes le queríamos tratamos de devolverle en los últimos años.
De sus últimos años me sorprendió la entereza con la que vivió una enfermedad terrible de la que nunca le oí quejarse ni apenas hablar, salvo en el documental sobre la ELA en el que participó. Su irrupción como escritor con dos novelas, Tu no m'estimes i Sang culé, firmadas y escritas con Jordi Pijoan-López, buen amigo suyo y tipo talentoso como él, no me sorprendió nada.
Manel Barrera escribía, desde siempre, relatos tan originales y tan bien escritos que resultaba muy sorprendente en un "aficionado". Pese a ello (él creía que yo le hablaba bien de sus textos porque era su amigo), me costó convencerlo para que enviara un cuento al Avui, que hace unos diez años publicaba cada domingo uno, aunque siempre de autores conocidos. El relato lo publicaron, claro, lo que le sorprendió tanto como le alegró.
Pero más sorprendente aún han sido las dos novelas, publicadas en Llibres de l'Índex y supongo que al alcance de quien quiera leerlas.
De la primera, Tú no m'estimes, novela de género negro, como la segunda, se dijo en La Vanguardia que era una de las novelas más originales de la temporada.
De la segunda, Sang culé, que ahora mismo se acaba de reeditar, se han dicho cosas como esta que aparece en el blog Andrea Robles és molt negra i criminal: "La sotragada moral dels autors a la societat catalana és considerable. Els personatges, nedant en les aigües tèrboles que remena la fina ironia amb què els carreguen els autors, estan descrits amb quadres sense mancances. Inoblidable el cap de seguretat valencià, el factòtum, el conseller que amaga els secrets inconfessables. Gran troballa la dels detectius gais, una munió de força física i delicadesa veritablement electritzant i suggerent. Com a contrapunt a les històries amb què va topant-se la investigació, la novel.la respira amb la línia narrativa dels cercadors de fitxatges, el fil que arriba directament tramat des de l'anterior novel.la Tu no m'estimes".
No me imagino mejor homenaje a un escritor que leerlo, pero estoy seguro de que si buscan y leen Sang culé, la novela negra del Barça, escrita como ya dije a cuatro manos con Jordi Pijoan-López, me van a agradecer el dato.
Por lo demás solo me queda lamentar lo que se quedó en el tintero –en los últimos días y pese a la gravedad de su estado aún le daba vueltas al argumento de otra novela- y desearle que, por fin, haya encontrado la paz que merecía.
Hasta siempre, Manel!
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